Las teorías de la conspiración son especulaciones que no se basan en evidencia científica. Puede ser divertido leerlos, pero es importante recordar que no son necesariamente ciertos. Antes de probar cualquier teoría de la conspiración, es importante hacer su propia investigación y evaluar la evidencia. También es importante señalar que las teorías de la conspiración pueden utilizarse para difundir información errónea y dañar a las personas.